Remontadas históricas, en el fútbol, hay muchas. Hace algunos meses Gimnasia evitó bajar a la segunda categoría gracias a que logró empatar una serie que parecía definida. Tres goles a Rafaela, en 19 minutos, lo dejaron en primera. En el ámbito continental Estudiantes hizo un milagro en la Copa Libertadores 2006. Perdía 0-3 con Sporting Cristal y, en el complemento, lo dio vuelta para un 4-3 que quedará en la historia. El cuarto tanto, que hizo sonreír a todos los pinchas, lo hizo el Payaso Lugüercio en tiempo de descuento.
Si viajamos a Europa hay una final de Champions que merece ser recordada. Estadio Camp Nou, Barcelona, 1999. En el minuto 91 Bayern Munich ganaba 1-0. El partido terminó a los 93 con triunfo del Manchester por 2-1. No haber ganado esa Liga de Campeones será siempre la gran espina de Lothar Matthäus. Seis años más tarde el torneo más importante a nivel clubes regaló otro juego decisivo para la leyenda. Milan ganaba 3-0, Liverpool se lo igualó 3-3 y, luego, lo venció en los penales.
Los encuentros anteriores son sólo cuatro ejemplos que demuestran que en fútbol todo puede pasar. Hasta el pitazo final del árbitro flotan los milagros y en oportunidades bajan a la realidad. El sábado pasado ocurrió algo impresionante. En el ascenso argentino, más precisamente en la B Metropolitana, Comunicaciones derrotaba como local 4-0 a Flandria, cuando iban 37 del segundo tiempo. El partido finalizó 4-4, con el gol del empate a los 47.
El periodista Ezequiel Del Bueno, que vio todas las categorías y que cubre el ascenso desde hace ocho años, le dijo a Fútbol Curioso: “Nunca vi algo similar. Además la B Metro tiene un juego tan cerrado que casi siempre el que hace el primer gol gana el partido".
Seguramente, de haber estado en la cancha, Walter Nelson hubiera dicho su ya clásico "partido liquidado". Muchos nos hubiésemos molestado. Este 4 a 4 es para Walter que lo mira por TV.
viernes, 27 de noviembre de 2009
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