Ésta es la historia de un gol que, tranquilamente, puede ser descripto con ese adjetivo. La insólita jugada se dio en Bogotá, en 1989. A pesar de que la pelota estuvo a tres metros de la línea del arco, el árbitro Manuel Castro cobró el tanto.
El juez del partido, que dirigía su primer encuentro y obviamente el último, le concedió el gol a Héctor Sosa de Santa Fe. Más tarde, Didí de Souza marcó para el Pereira y el resultado final fue 1 a 1.
Este episodio no fue la única curiosidad de esa temporada en el fútbol colombiano. Para empezar Héctor Méndez, volante de marca, fue el goleador del campeonato. Y para cerrar un año repleto de rarezas ese torneo fue el único que se suspendió, sin que haya un campeón, en toda la historia del profesionalismo en Colombia (1948-2009).
Fuente: bestiariodelbalon.com
viernes, 31 de julio de 2009
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