¿Es posible salir último y al torneo siguiente gritar campeón? ¿Es posible terminar primero y en el campeonato que sigue quedar en el fondo de la tabla? Sí, en el fútbol todo es posible. Y más allá de esta frase hecha, hay ejemplos concretos. River, con el Cholo Simeone a la cabeza, hace un año se coronaba como el mejor equipo de la Argentina y a los pocos meses bajaba veinte puestos. Mientras que el Independiente modelo 2002 hizo al revés: primero terminó último y luego, con el Tolo Gallego, dio la vuelta olímpica.
Vayamos a los números. River, en el Clausura 2008 no sólo cortó una sequía de cuatro años sin títulos sino que además fue el equipo que más ganó (13 partidos), el que menos perdió (2 encuentros) y el que tuvo la valla menos vencida (13 goles en contra). Fueron 43 puntos, demasiado para Boca y Estudiantes. Al torneo siguiente, en el Apertura que obtuvo Boca, River ganó dos partidos y, con 14 unidades, quedó último solo.
Independiente, en 2002, hizo a la inversa. En el Clausura salió último y luego, en el Apertura, gritó campeón. En el primer semestre cosechó sólo 15 puntos, fue el equipo menos goleador y salió último en soledad. Al campeonato siguiente, fue el club que más ganó (13 encuentros), el que menos perdió (2 partidos) y lejos el más goleador (48 tantos a favor). Con 43 unidades, dejó segundo a Boca y terminó con la racha más negativa de su historia: ocho años sin títulos locales.
Ojo Vélez, que no te pase lo mismo que al Millo en 2008. Y ánimo Argentinos que, como el Rojo en 2002, podés ser campeón...
Fuente: enunabaldosa.com
lunes, 3 de agosto de 2009
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Justo el peor campeón de los torneos cortos, River 2008 que jugaba feo, y uno de los que más lindo jugaba, Independiente 2002. Ese sí tenía tiki-tiki...
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