Messi es úbrige

Él no se detiene y los comunicadores nos quedamos sin adjetivos. Con apenas 25 años agotó las palabras para describirlo.

Cansado de ser reiterativo, inventé un nuevo calificativo: úbrige (conformado por los inicios de ‘único’, ‘brillante’ y ‘genial’). El término puede ser éste, creado de manera totalmente arbitraria, o cualquier otro. Pero está claro que precisamos de un nuevo adjetivo.

En la última semana disputó tres partidos, dos en la Selección y uno en Barcelona, y convirtió seis goles. Lo más llamativo es que ha tenido mejores marcas.

En el Seleccionado Nacional dejó de ser ese millonario desganado al que algunos estúpidos apuntaban y se transformó en el alma del equipo (Sabella tiene su mérito). Con la celeste y blanca llegó a 31 gritos, y quedó a tres de Maradona y cuatro de Crespo. Batistuta sigue lejos, con 56, pero a Lio le sobra tiempo. En el Barcelona ya es el goleador histórico (268) y va camino a ser insuperable. Sí, en total, está a uno de su gol 300.

¿En 2012? Lleva 71 tantos y con dos meses por delante está a cuatro del registro de Pelé, que hizo 75 en 1959. El récord de festejos en un mismo año le pertenece a Gerd Müller, que convirtió 85 en 1972. Ojo, si La Pulga sigue a este ritmo también pasará esa cifra.

Messi es úbrige. Disculpen el atrevimiento. Pero me aburrí de decir que “es un crack” o demás frases por el estilo. Este futbolista merece un nuevo calificativo. La Real Academia Española debería poner manos a la obra...