Una Copa del Mundo sorprendente

Si bien todos los Mundiales presentan curiosidades, el 2010 asombró por sus insólitas estadísticas. Para empezar fue la edición con más penales fallados de la historia, con seis, y la primera en que el Botín de Oro se lo lleva un jugador que no es delantero, Thomas Muller.

De las curiosidades no podía quedar afuera Martín Palermo. El Titán jugó sólo catorce minutos pero hizo más goles que Messi, Rooney y Kaká juntos. También convirtió más que el Niño Torres, el nueve del equipo campeón.

España, que se metió entre los cuatro mejores después de sesenta años, también tiene lo suyo. La Furia es la primera selección europea en festejar fuera de su continente. Además, nunca había ocurrido que un conjunto que perdiera en el debut lograra quedarse con la copa.

Y hay más. El seleccionado español es el campeón del mundo con menos goles a favor de la historia (ocho) y todos sus tantos fueron convertidos por jugadores que hoy pertenecen al Barcelona (Villa, Iniesta y Puyol). Los dirigidos por Del Bosque ganaron los últimos cuatro encuentros por 1-0 y lograron así la valla campeona menos vencida en una Copa del Mundo. Al igual que Francia en 1998 e Italia en 2006 solamente finalizó con dos goles en contra.

A nivel continente, América del Sur no hizo un mal papel. Sus cinco seleccionados quedaron entre los diez mejor ubicados de la tabla, donde sólo hubo tres europeos. Eso sí, los tres primeros. De esta forma, Europa superó a Sudamérica en cantidad de títulos, algo que no ocurría desde 1954. Los del viejo continente suman diez y América del Sur sigue con nueve.

¿El único invicto en Sudáfrica? Nueva Zelanda, con tres empates. Pese a que no se destacó por su alto nivel de juego, el primer Mundial en tierras africanas regaló un campeón inédito y una gran cantidad de sorprendentes estadísticas.