Notas, fotos y videos de ese costado insólito que tiene el deporte más lindo del mundo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La Boina Fantasma

Al hablar sobre el goleador del torneo de 1943 hay que hacer una excepción y, de manera inevitable, se debe utilizar el plural pues ese año fueron 3 los goleadores del campeonato. El primer puesto de esa tabla, que nunca arrojó cifras oficiales, lo encabezaron Ángel Labruna de River, Luis Arrieta de Lanús y Raúl Frutos de Platense con 23 goles; seguidamente se ubicaron Jaime Sarlanga de Boca con 22 y Severino Varela con 20. Y aquí nos detendremos pues, al nombrar al uruguayo Varela, estamos entrando a una gran parte de la leyenda boquense.

Severino Varela llegó a Boca procedente de Peñarol de Montevideo, antes había jugado varias temporadas en River de la misma ciudad. Este dato nos deja ver que a su llegada a nuestro país, aquel delantero, que solía utilizar una boina blanca en su cabeza, ya no era un juvenil que prometía, más bien todo lo contrario. Cuando firmó su primer contrato con Boca, Varela tenía 30 años de edad y gran parte de la dirigencia del club no aprobaba esa contratación. Para colmo, los ojos de toda la parcialidad se encontraban puestos en ese nombre que generaba más dudas que certezas y en el primer partido que jugó no pudo convertir; además, su actuación estuvo lejos de ser la ideal.

Aquellas dudas se disiparon a partir de la segunda fecha cuando, en “La Bombonera”, Boca le ganaba a Rosario Central y Varela convertía el primero de sus 46 goles con la camiseta auriazul. Aquellas 46 conquistas fueron obtenidas en los tres torneos que disputó, y durante los 74 partidos que pudo jugar.

Una de las particularidades que rodearon a la estadía de “La Boina Fantasma” estaba relacionada con la vida privada del goleador que, desde hacía años, trabajaba en Montevideo como empleado de la compañía estatal de electricidad. Para poder venir a jugar a nuestro país, Varela pudo conseguir una licencia sin goce de sueldo; dicho beneficio sólo lo pudo mantener durante dos años. Por ende, la tercera temporada en Boca lo tuvo a Varela cruzando el Río de La Plata los días viernes para estar con sus compañeros sólo 48 horas antes de los partidos. Una vez finalizados los mismos, Severino abordaba el Vapor de La Carrera y, de ese modo, volvía a tiempo para estar el lunes cumpliendo con su trabajo. 

Ese trajín le provocó un desgaste que sumado a una lesión en una de sus rodillas lo hicieron volver a Peñarol para jugar dos años más. Pero sin lugar a dudas, lo que más le valoran los hinchas de Boca a Severino Varela fue que, enfrentando a River, el uruguayo pudo convertir 5 goles en 6 clásicos jugados.


Por El Profesor López para futbolcurioso.blogspot.com

1 comentario:

  1. Muchas Gracias Profe por tu aporte al blog. Sin dudas, tu nota lo jerarquiza!!!

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