Si algo le faltaba al Barcelona de Guardiola -el mejor equipo de todos los tiempos- era incluir una historia como la de Abi, como lo llaman sus compañeros. Para la final en Wembley su entrenador delineó una formación sin Carles Puyol, el gran capitán de este ciclo, entre los titulares.
A falta de dos minutos, el DT lo mandó a la cancha para que fuera Tarzán quien alzara la Orejona. Xavi le cedió la capitanía y tras el pitazo final, todos imaginaron a Puyol besando la Copa. Sin embargo, él tuvo un gigante acto de grandeza: le dio la cinta a un héroe, Abidal.Sobran las palabras para una persona que luchó por la vida, ganó esa batalla y, a menos de dos meses y medio, levantó la Champions League. Una historia de coraje. Una historia de vida que quedará para siempre en los anales del fútbol.

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