El argentino Pablo Cioffi, que hoy se encuentra en una liga local de su país, cuenta con un récord: fue el primer futbolista argento en desempeñarse en Corea del Sur. “Fue espectacular jugar en todas las canchas del Mundial 2002. La nuestra, por ejemplo, tenía una capacidad para 80 mil personas”, comenta el delantero que en 2009 estuvo en Daegu FC, un club de Primera División que se fundó para que el inmenso estadio que se había construido para la Copa del Mundo no quedara inutilizado.
Si bien jugó en el país asiático apenas seis meses se dio el gusto de enfrentar a varios futbolistas que un año después llegaron a octavos de final del Mundial de Sudáfrica y, también, aprovechó para conocer una cultura que lo dejó perplejo.
“Fue una experiencia fantástica y muy loca. Es un lugar en el que la inseguridad y la suciedad no existen. Viví cosas que pensé que sólo pasaban en las películas como por ejemplo que cada seis meses saquen a la calle los televisores y la tecnología, para ir a comprar todo nuevo”, relata todavía sorprendido.
Cioffi, quien también actuó en Honduras e Italia, cuenta otra particularidad del país que le llamó la atención: “También me asombró que los negocios no cierran nunca, podés ir a la panadería o a la verdulería a las 3.30 de la mañana. Por lo que me dijeron fue la manera que encontraron para salir adelante después de la guerra y les quedó la costumbre”.
“Corea es otro mundo”, concluye el atacante de 34 años y más de 120 goles en su carrera.
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