Severino Varela llegó a Boca procedente de Peñarol de Montevideo, antes había jugado varias temporadas en River de la misma ciudad. Este dato nos deja ver que a su llegada a nuestro país, aquel delantero, que solía utilizar una boina blanca en su cabeza, ya no era un juvenil que prometía, más bien todo lo contrario. Cuando firmó su primer contrato con Boca, Varela tenía 30 años de edad y gran parte de la dirigencia del club no aprobaba esa contratación. Para colmo, los ojos de toda la parcialidad se encontraban puestos en ese nombre que generaba más dudas que certezas y en el primer partido que jugó no pudo convertir; además, su actuación estuvo lejos de ser la ideal.
Aquellas dudas se disiparon a partir de la segunda fecha cuando, en “La Bombonera”, Boca le ganaba a Rosario Central y Varela convertía el primero de sus 46 goles con la camiseta auriazul. Aquellas 46 conquistas fueron obtenidas en los tres torneos que disputó, y durante los 74 partidos que pudo jugar.
Una de las particularidades que rodearon a la estadía de “La Boina Fantasma” estaba relacionada con la vida privada del goleador que, desde hacía años, trabajaba en Montevideo como empleado de la compañía estatal de electricidad. Para poder venir a jugar a nuestro país, Varela pudo conseguir una licencia sin goce de sueldo; dicho beneficio sólo lo pudo mantener durante dos años. Por ende, la tercera temporada en Boca lo tuvo a Varela cruzando el Río de La Plata los días viernes para estar con sus compañeros sólo 48 horas antes de los partidos. Una vez finalizados los mismos, Severino abordaba el Vapor de La Carrera y, de ese modo, volvía a tiempo para estar el lunes cumpliendo con su trabajo.
Por El Profesor López para futbolcurioso.blogspot.com
Muchas Gracias Profe por tu aporte al blog. Sin dudas, tu nota lo jerarquiza!!!
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